lunes, 25 de junio de 2012

La tortilla de patatas

La gente que me conoce bien sabe cuál es mi comida favorita y por lo tanto la que hago con más cariño, y esa es la tortilla de patatas.

Como soy muy fan de la tortilla de patatas, y aunque parezca muy friki, he decidido dedicarla una entrada donde os voy a contar mis secretos para hacer una tortilla de primera.


Para empezar os contaré que el flechazo entre la tortilla de patatas  y yo surgió hace muchos años, concretamente en cuanto me salieron los dientes y empecé a comer alimentos sólidos. Es mi comida favorita y con la que mi madre me podía chantajear para ir a hacerme análisis de sangre siendo una niña:
"Ya veras como no es nada, además como tienes que ir en ayunas luego vamos y te comes un pincho de tortilla"
Y como no yo iba encantada pensando en mi premio de consolación,  así que el momento del pinchazo se hacia más llevadero.

Siendo pequeña, con unos cinco años, mi amama nos llevó a mi hermana y a mí a comer un pincho de tortilla, seguramente porque previamente yo le había insistido bastante para que lo hiciera. Una vez que llegó mi pincho a la mesa vi que tenía un pimiento rojo por encima, y con mis cinco años y mis rarezas para la comida no lo quise comer, os aseguro que será la única vez en mi vida que he rechazado tan suculento manjar.

Pues bien, mi hermana, como buena hermana mayor, se comió el pincho que yo no quería, resultado, al día siguiente mi hermana tuvo que ser ingresada en el hospital de Cruces con  una salmonela de caballo. La pobre estuvo muchos días ingresada con unos dolores horribles y se quedó como un saco de huesitos. Conclusión, el destino no quiso que el flechazo que había surgido entre la tortilla de patatas y yo se fuera al garete, ya que mi hermana estuvo muchos años sin probarla, y yo pude seguir disfrutando de ella sin parar hasta día de hoy.

Después de este par de anécdotas os voy a contar como elaboro yo mi tortilla de patata.
Aunque hoy en día hay gran variedad de tortillas (jamón y queso, bonito, vegetal...) yo casi siempre hago la clásica tortilla de patatas que contiene patatas, huevos, cebolla y aceite de oliva. Es cierto que muchas de estas variedades pueden estar muy buenas pero hoy vamos a quedarnos con la de toda la vida.

La patata que yo uso es la patata que sirve para todo tipo de uso, no utilizo ni la que es exclusivamente para freír ni la que es para cocer, si no que utilizo la que es para todo tipo de usos.
Más o menos utilizo dos patatas grandes por persona. Una vez que las pelo las lavo y en vez de cortarlas en cuadrados las voy cortando como si sacara filetes de patata, como láminas un poco gordas y pequeñas, más o menos como en la siguiente foto.




Cojo una cebolla, preferiblemente roja, y la pico muy muy menudita y fina, como poco así de fina.




Pongo una sartén grande en el fuego con un dedo de aceite de oliva suave, la pongo a fuego fuerte y cuando ya está caliente hecho la cebolla. La dejo un minuto o dos que empiece a dorarse ella sola y luego echo la patata a la que previamente la he echado sal. Este truco lo hago para que luego la cebolla esté bien cocinada y no cruda cuando comamos la tortilla, que se note el sabor de la cebolla pero que no nos encontremos claramente con los trozos.

La patata a parte de estar hecha tiene que dorarse, que algunas queden crujientes y tengan tono marrón oscuro. Una vez hechas las escurrimos bien con  una espumadera y las echamos a un bol.
Batimos los huevos que nos hagan falta, en este caso yo soy bastante generosa. Por ejemplo en una tortilla de 6 patatas batiría mínimo 6-7 huevos, dependiendo  del tamaño de los mismos, y les echamos un poco de sal.

Me gusta que quede en un principio como que las patatas flotan un poco en el huevo, remuevo esta mezcla durante un minuto y la dejo reposar un poco. De esta manera la patata va chupando el huevo y las patatas que están bastante doradas y duritas se ponen blandas y el resto están más jugosas. A veces después de este proceso las patatas han chupado tanto huevo que hace falta echar otro huevo más para que las patatas vuelvan a flotar ligeramente en huevo, y cuando digo ligeramente es un poco, no que estén nadando.

Pruebo para ver como está de sal por si necesita más, si es así echaría y volvería a remover un poco.
Pongo la sartén a fuego fuerte con muy poco aceite, como si fuésemos ha hacer una tortilla francesa o un poco más. Cuando esté bien caliente echo la mezcla y la dejo muy poco tiempo, un minuto como mucho, dependiendo del tamaño, y en seguida la doy la vuelta (técnica que hay que ir depurando con los años) y la tengo otro poquito. Yo la tengo muy poco porque a mi me gusta que esté poco hecha, pero esto a gusto del consumidor.

¡Y ya esta! Nuestra tortilla de patata, fácil sencillo y para toda la familia. A mí me gusta de dorada y de hecha como en la siguiente foto:



Si seguís mis instrucciones al pie de la letra os tiene que quedar algo parecido, ya que es la tortilla de patatas que me sale a mí y doy fe y muchos de los que leáis esto también de que me sale muy rica.

Ya sabéis otro poco más de mi. Como habéis comprobado soy muy fan de la tortilla y  me encanta cocinar porque me relaja bastante, y si es mi comida favorita mejor que mejor.
En situaciones en las que estéis un poco tristes buscad un hobby que os relaje y os evada, mientras lo hacéis veréis como se os pasa el tiempo más rápido.

Espero que alguno de vosotros se atreva a hacer la tortilla utilizando mis trucos, si es así espero vuestras opiniones. Si tenéis cualquier duda me lo escribís abajo, ¡espero vuestros comentarios y sugerencias!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

ya se que pedirte,jajajjaa
llamame inutil, yo esque no se cocinar, a lo sumo tartas de royal y ya, que si no enveneno a alguien....La cocina hay que hacerla con cariño, sera eso lo que me falla??

Maite

Anónimo dijo...

Leire hazme una este verano!!! Qué pintón!!! Itzi

Unknown dijo...

La proxima que hagamos una merienda, ya sabemos a quien le toca la tortilla de patatas.

Unknown dijo...

Jo yo soy bastante torpe dándole la vuelta a la tortilla!! jajaja Algún consejo??

Eriel dijo...

Lo mejor es dar con un plato q sea justo un tamaño menos q la sarten y q encaje dentro de ella, porq coge toda la tortilla pero no se resvala con el borde de la sarten. Si no lo mejor es darle la vuelta con calma encima del fregadero y presionando en plato a la sarten con firmeza pero sin hacer fuerza. Vamos q hay q hacerlo con confianza!!

Anónimo dijo...

Uy!!! Pues me parece que a partir de ahora le voy a dar el pelmazo a tu hermana para que traiga una de tus tortillas a la oficina!!! Q ricaaaaaaaa!